Segunda parte
Por: Paul Alberto Chávez Noriega
Hace ya algunos meses escribí una nota con el mismo título, en ese entonces acababa de ser secuestrado mi amigo Salvador Adame, la nota era sobre una reunión que el gobernador sostuvo con ciertos periodistas de tierra caliente, para tratar de calmar las aguas del polvorín en el que se estaba convirtiendo la relación prensa-gobierno.
Después, desafortunadamente, las autoridades encontraron el cuerpo de Chava (QEPD) y lo entregaron a sus familiares.
Meses después, en el marco del inicio de un año que se avisora como complicado, el gobernador sostiene encuentros con periodistas, primero en Morelia y luego en Uruapan.
La sociedad señala y vocifera en contra de los medios por difundir las actividades de los gobernantes, quieren medios críticos que vivan de los aplausos, o de likes, algunos gobernantes quieren medios a modo, que no metan ningún dedo en la llaga con la consigna de quitar o dar convenios de publicidad.
He visto a Silvano en distintas facetas, como candidato, como diputado, como candidato perdedor y como gobernador, puedo decir que el Silvano que ví y escuche hoy es el que escuchaba hace algunos años, directo.
Hablo de varias cosas, señaló que su gobierno no le debe al magisterio, que ya se depósito y los sindicatos se gastaron la lana, los secretarios de salud, educación y seguridad pública dieron datos, cifras; santo y seña de lo que han hecho.
Lo único malo, entiendo que es cuestión de tiempos, es acartonar el encuentro con un número determinado de participaciones, los que estábamos trabajando en la nota y no sentados en la mesa nos quedamos con las preguntas en el tintero.
El gobernador se dijo respetuoso de la libertad de expresión, de las opiniones de los periodistas y de sus posturas, señaló que siempre está al pendiente de las críticas porque le aportan a mejorar, eso lo deben de aprender varios funcionarios y gobernantes, sobre todo ediles que piensan que son virreyes y su palabra es ley.
Se puso de pechito, pidió asesorías a los medios, ofreció realizar un conversatorio para analizar, desmenuzar y opinar sobre los problemas del estado y la visión de los periodistas sobre esto.
Los señalamientos fueron directos pero respetuosos, la situación financiera del estado, la falta de seguridad en Uruapan, los maestros y sus manifestaciones, la falta de medicamentos en el sector salud. A todos contesto y giro indicaciones, pidió ayuda a los ahí presentes, “ustedes tienen testimonios y datos de lo que vive Michoacán día con día, al gobierno la sociedad no nos cree, a ustedes si, ayúdenme a ayudar a Michoacán y a su gente”.
Los tiempos en política están cambiando, en Michoacán muchos esperamos que los responsables de la crisis que vivimos caigan a la cárcel, que paguen por lo que hicieron y no que salgan libres bajo fianzas millonarias.
Hubo además quejas sobre abusos y agresiones hacia los periodistas, ahí estaban los enlaces responsables del cuidado y la protección a los periodistas, cargo que queda en el papel.
Esperemos, que estos acercamientos sirvan para poder hacer en Michoacán periodismo sin temor a ser golpeados, levantados o asesinados, los periodistas no son culpables por difundir las omisiones o conductas inapropiadas de las autoridades.

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