Morelia, Michoacán a 26 de julio de 2018.- El eje central del discurso del candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador es “acabar con la corrupción”. Desde hace varios años, en diversos momentos y lugares lo ha repetido hasta el hartazgo. En Cosoleacaque, Veracruz, dijo: “No vamos a permitir que nadie se robe el dinero del presupuesto que es el dinero del pueblo. Ya ustedes me conocen paisanos, soy perseverante y terco, soy necio y ya se me metió en la cabeza, acabaré con la corrupción y me canso ganso, se va a acabar la corrupción del país”.
Tan constante como su supuesta lucha “contra la corrupción”, han sido sus dislates y contradicciones, pues su partido político, MORENA, está abanderando a corruptos cuyas fortunas son tan inexplicables como escandalosas. Por ejemplo, el candidato de MORENA y Partido del Trabajo (PT) a la presidencia municipal de Morelia, Raúl Morón, quien durante sus discursos ha sostenido, “vamos a ser implacables ante la corrupción, no vamos a permitir que en nuestro equipo haya ninguna actitud deshonesta”, bien podría empezar explicando su riqueza y el origen de sus propiedades
Nacido en Chucándiro, Michoacán (no es moreliano), normalista, fundador de la CNTE (ampliamente recordado por quemar la puerta de Palacio de Gobierno) y expresidiario, tiene a su nombre un inmueble ubicado en la calle Circuito de las Jacarandas, en el fraccionamiento privado del Club Campestre La Huerta, de Morelia. ¿Cuántos de los seguidores de Andrés Manuel tienen casa en un lugar así? Ningún maestro normalista puede aspirar a tener una residencia en un fraccionamiento privado con campo golf como lo tiene Morón. También tiene propiedades en las Colonias Jardines del Rincón, Jardines de Guadalupe y el fraccionamiento Hacienda del Valle. ¿De dónde salieron los recursos para esas propiedades?
Morelia le debe a Raúl Morón gran parte de sus episodios más violentos y oscuros. Desde que dirigió la CNTE, se estableció como lenguaje de este grupo disidente el chantaje, corrupción y vandalismo. Han sido constantes los abusos y atropellos que han sufrido miles de morelianos; en la memoria colectiva están los bloqueos ilegales que paralizaron la actividad económica de la ciudad, vitrinas y aparadores rotos, vehículos quemados y personas cobardemente golpeadas por varios de sus esbirros cuando exigieron su derecho de libre tránsito. Pero, sobre todo, Raúl Morón es responsable de la mala imagen de Michoacán, del miedo de las empresas a invertir en Morelia. Es el MAESTRO del desorden y la corrupción.
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