La decepción que se viene

De política y cosas peores

Por: Paul Alberto Chávez Noriega

Estamos a menos de 10 días de que las autoridades municipales electas tomen protesta, a partir de ahí será su responsabilidad las riendas del municipio, a partir de ahí comenzará en varios municipios la decepción de los ciudadanos.

La esperanza puesta en que las promesas de campaña se cumplan se desvanece conforme los electos conocen de la situación financiera, laboral y de equipamiento con que cuentan los ayuntamientos.

Hay municipios endeudados, con problemas de personal, sin vehículos en buen estado y está Ziracuaretiro, en donde todo “lo que no se podía hacer” se hizo, la situación de ese municipio, considerado un paraíso por su clima y tierra es resumido en una frase por un integrante de la actual administración “aquí hay un desmadre, en todos lados”.

Con ese panorama y con la carga de compromisos, que en muchos casos no se cumplirán porque es más fácil hablar que cumplir, las autoridades electas verán como en el transcurso de lo que queda del 2018 la fe y la esperanza que les tuvieron los ciudadanos al darles su voto se escurrirá como agua entre las manos.

Los ciudadanos votaron en muchos casos no por la mejor opción, sino para castigar la poca o nula atención que recibieron de los actuales gobiernos.

Los electos y próximos gobernantes podrán decir que no es su culpa el no cumplir, pero se les olvida que prometieron en algunos casos el puente y hasta el río, ahora que se quieran sacudir sus promesas los hará ver cómo mentirosos, incumplidos y faltos de palabra.

El asunto es que aunque quieran no habrá de dónde, las arcas estatales están vacías, las participaciones comenzarán a sufrir recortes y como siempre el eslabón más débil es el que sufre las consecuencias, en este caso los ayuntamientos.

Hay otros casos en Michoacán, en donde los ciudadanos reeligieron a sus autoridades, en Uruapan la deuda de Víctor Manríquez con la gente es la seguridad, situación que ha señalado el mismo será prioridad. En Taretan, las manos asesinas le quitaron la oportunidad a Alejandro Chávez de ser presidente reelecto, pero la confianza de la gente se vio reflejada en su hermano, Julio, que después de asesinato asumiera la candidatura y hoy es presidente electo con el respaldo de aproximadamente el 75% de los votantes.

En estos municipios la gente reconoció el trabajo de las administraciones, les dió la confianza para que siguieran gobernando por lo que el tema del desencanto se manejará de manera distinta, aquí no hubo castigo ni falsas esperanzas, aquí se demostró que a pesar de los errores, hubo más positivos en la difícil tarea de gobernar.