Apatzingán, Michoacán a 15 de diciembre de 2018.- Iris Vianey Mendoza Mendoza, ocupó un escaño en el Senado de la República representando al Estado Libre y Soberano de Michoacán de Ocampo de 2012 a 2018, llegando a esta importante posición política por la vía plurinominal. La senadora destaca dos cargos de su escasa vida política en la ficha curricular publicada en la página de transparencia del senado: (2007) Coordinadora de campaña del Mtro. Leonel Godoy Rangel, en su campaña al Senado de la República. (2008) Coordinadora de campaña a la Gubernatura del Estado de Michoacán del Mtro. Leonel Godoy Rangel, en el XII distrito electoral, siendo estas dos actividades la catapulta que la llevó a la cámara alta.
Su carrera política ha estado siempre acompañada por sus nexos con miembros del crimen organizado y al escándalo. Desde El Aguaje hasta cada rincón de Michoacán se escuchan las historias de cuando la “senadora templaria” abandonó a su marido Manuel para irse con Alejandro, templario asesinado en el puerto guerrerense de Ixtapa; lo “enfiestada” que se la pasaba como regidora del municipio de Apatzingán, su relación sentimental con Leonel Godoy primero, y después con Carlos Sotelo.
Uno de tantos episodios bochornosos ocurrió en el año 2013, cuando la reportera Claudia Guerrero de Grupo Reforma, publicó una nota en la cual revelada que la senadora tenía a “su novio” Carlos Sotelo en la nómina como su “asesor”, y a su hermano Freddy Mendoza.
La revelación de su cercanía con el grupo delincuencial conocido como “Templarios” en Michoacán, ocurrió en el año 2014 cuando fue publicada una foto en la cual se ve a Iris Vianey bailando de forma muy relajada junto a Melissa Plancarte, hija del líder “Templario”, Enrique Plancarte. El escándalo fue mayúsculo y comprometió la posición de la senadora, que justificó la imagen explicando que la misma corresponde a un evento social ocurrido en el año 2011, “un evento social al que fui invitada y que en modo alguno yo no organicé; ello ocurrió en el año 2011 con motivo del cumpleaños de un estilista que es mi amigo personal”.
Iris Vianey respondió al descrédito armando un circo mediático, solicitando licencia a su encargo como legisladora: “compañeras y compañeros senadores, quiero anunciar la separación de mi cargo como Senadora de la República, ya que he redactado un documento dirigido a la Mesa Directiva donde solicito una licencia temporal por un periodo de 30 días. Esto para poder trasladarme, en unos momentos más, a la Procuraduría General de la República para ponerme a disposición de esta instancia para que se investigue y no se diga que me amparo bajo el fuero Constitucional”.
Pasados los 30 días la senadora retomó su encargo. Al regresar declaró ante medios de comunicación, “me informaron que hasta el momento no hay elementos para iniciar una averiguación en mi contra”.
La “exoneración”, por demás sospechosa y endeble, dejó muchas dudas.
Al respecto la periodista Yasmín Alessandrini opinó: “Llama la atención que a estas alturas la única que ha dicho algo respecto a su supuesta “exoneración” (ignoro si dentro de las facultades de la Procuraduría y el procurador esté la de poder o exonerar a alguien…) sólo sea Iris Vianey y que ningún vocero de la PGR o el titular de la misma, Jesús Murillo Karam, hayan salido para dar transmitir algún pronunciamiento o enviar algún comunicado oficial en torno a este tema. Pero eso sí, la senadora ya asegura que todo se trata de una campaña de linchamiento hacia su persona y que todo se debe “a la misoginia, el sexismo y el racismo”. Hay tanta evidencia de los nexos de Iris Vianey, la “senadora templaria” con la familia criminal Plancarte, como los de sus hermanos Freddy y Kenny con su “tio mencho”, el nuevo mecenas de la familia Mendoza Mendoza.
Liderazgos de Morena cuestionados sobre la incorporación de Iris Vianey a sus filas prefirieron marcar distancia y no opinar sobre el tema, dijeron que era preferible guardar silencio a opinar sobre alguien que, evidentemente, mancharía la imagen del partido que enarbola la honestidad y la lucha contra la corrupción. Uno de ellos señaló a sus padrinos de boda, la creman y nata de la llamada “mafia del poder”.
La senadora contrajo nupcias el 14 de septiembre de 2017, se llevó a cabo una fastuosa ceremonia celebrada en el Colegio de las Vizcaínas en la Ciudad de México. El padrino de velación fue el entonces secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el padrino de lazo el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad y de arras quien fungiera como Procurador General de la República, Raúl Cervantes. Entre los invitados y quienes atestiguaron el enlace matrimonial puede estar la respuesta a su “exoneración”.
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