Durante más de quince días lo negaron, argumentando que solo era Morón y únicamente Morón quien sería candidato de Morena para Michoacán, amparados en el poder que se ejerce desde la presidencia de la República, sin embargo para los hombres y mujeres de leyes que integran el Tribunal Electoral no pasó de largo el hecho de que se debía cumplir la ley en la que se establece que quienes no presenten informes de gastos de precampaña se hacen acreedores a la pérdida de la candidatura, no queda claro quién cometió el error, si el equipo de Morón o el equipo del Comité Nacional de Morena, lo cierto es que contra todo no lograron consolidar la candidatura mencionada y será otro diferente de Morón el que vaya a la candidatura, un asunto que les puede traer consecuencias graves, la principal perder la elección, pero sobre todo, detener el avance de la cuarta transformación. Otro aspecto importante es que se afianza la independencia del árbitro electoral y con ello le da certidumbre al proceso en marcha y se sigue construyendo la democracia.
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